El dinero que traje de mi paës se me habëa acabado, la direcciñn del hostel me daba comida y cama, a cambio de que por las maïanas limpiase habitaciones de estudiantes. Por las tardes me dedicaba a pasear por el centro de Londres y a visitar museos, entonces eran gratis y además estaban calientes. Llevaba ya tres meses en Londres, solo y sin dinero. Un poco deprimido pero a la vez tranquilo, sin poder imaginar cual podëa ser la salida de aquella situaciñn.
Normalmente los estudiantes tenëan clases por las maïanas y las habitaciones estaban vacëas a la hora en que yo pasaba a limpiarlas temprano en la maïana. Sin embargo algunas veces me encontraba con que algþn estudiante todavëa continuaba durmiendo. La direcciñn del hostel me habëa pedido que incluso en esos casos limpiase la habitaciñn. La limpieza consistëa en barrer y fregar el suelo, limpiar el lavabo y vaciar la papelera.
Me sentëa muy cohibido cuando encontraba a alguien durmiendo y en esos casos procuraba acabar enseguida con la habitaciñn haciendo el menor ruido posible y sin encender la luz. Habëa una habitaciñn, la 218, que con mucha frecuencia estaba ocupada, era un estudiante negro y siempre estaba durmiendo, una de las veces note que se movëa en la cama y que jadeaba, pensé que se estaba masturbando y rápidamente salë de la habitaciñn, desde entonces temëa limpiar aquella habitaciñn y siempre la dejaba para el final con la esperanza de que ya estuviera vacëa. En algunas ocasiones asë era pero en otras él continuaba en la cama. En una de ellas me pareciñ que él estaba desnudo, la habitaciñn estaba a obscuras y yo nunca encendëa la luz, me bastaba la luz que se filtraba por las rendijas de la persiana, de nuevo salë inmediatamente de la habitaciñn.
Al dëa siguiente igual, de reojo y en la penumbra vi que aunque estaba desnudo estaba de espaldas, esta vez me anime a entrar y vaciar la papelera. En los dëas sucesivos la situaciñn se repitiñ, pensé que él dormëa asë, y que el no intentaba provocarme, perdë un poco el miedo y barrë un poco el suelo, teniendo mucho cuidado en no acercarme a su cama.
Al cuarto dëa me anime a mirar directamente al cuerpo sobre la cama. Estaba bocabajo la cabeza mirando hacia la pared, su cuerpo era grande y musculoso, la ancha espalda, el culo, las piernas, parecëa una hermosa estatua de caoba, note que se movëa, me asuste terriblemente, pensé que él estaba despierto y se habëa dado cuenta que yo le miraba, pues habëa dejado de hacer ruido con la escoba. Salë inmediatamente y cerré la puerta. El resto del dëa pensé en él, me habëa gustado ver su cuerpo desnudo.
Yo nunca habëa pensado que me pudiera gustar el cuerpo de un hombre y menos el de un negro. Sin embargo me excite pensando en que lo acariciaba. Coincidiñ que aquella maïana también habëa encontrado debajo de una cama de un estudiante hindþ, una revista pornográfica homosexual, la habëa hojeado muy rápidamente temiendo que alguien me pudiera descubrir, aquellas imágenes también me habëan turbado y no sabia muy bien si me desagradaban o me agradaban. Por la noche me masturbe imaginando el cuerpo desnudo del estudiante negro.
Al dëa siguiente entre en su cuarto con temor y no quise mirar hacia la cama mientras iba a vaciar la papelera, de vuelta vi que estaba desnudo, boca arriba y con una inmensa erecciñn. Salë corriendo. Estaba claro que me estaba esperando y querëa que yo lo viera asë. La habëa visto la cara, tenia los ojos cerrados, pero no reconocëa aquella cara entre los estudiantes del hostel, probablemente el solo dormëa allë y no frecuentaba ninguna de las instalaciones del centro. Lo que no se me quitaba de la cabeza era la visiñn de su sexo inmenso y brillante.
Por la tarde pensé en que me hubiera gustado acariciárselo, con mis manos, con mis mejillas, con mis labios. Por la noche terriblemente excitado me masturbe dos veces seguidas, pensando en ello. Y me prometë no volver a entrar en la habitaciñn cuando él estuviera en ella. Al dëa siguiente mantuve mi promesa y no entre, pero al siguiente no pude aguantar la tentaciñn de volverle a ver y entre. Estaba de espaldas, me sentë muy contrariado de no poder ver su hermoso pené. Me fui pensando que el ya no querëa nada de më. Tenia que hacer algo para demostrarle mi interés.
Al dëa siguiente a pesar de mi miedo, me acerque a la cama. Él estaba desnudo de espaldas, yo me quede quieto mirándolo. El se moviñ como en sueïos y lentamente se puso boca arriba, a pasar de mi temor me mantuve quieto mirándolo, mire su cara, sus ojos estaban cerrados, mire su sexo, no estaba completamente erecto, pero lentamente bajo mi mirada se fue enderezando hasta alcanzar su máximo esplendor. Note que a pesar de mi miedo mi pené también se ereccionaba. Entonces me pareciñ que sus brazos comenzaban a moverse y salë rápidamente de la habitaciñn. Después pensé que habëa hecho mal y que quizás él estaba despierto y que lo habëa preparado todo para më, y que se podrëa haber sentido molesto por mi rápida huida.
Estuve toda la tarde excitado, esperando que llegase la noche y que mi compaïero de habitaciñn se durmiese para poderme masturbar pensando en él. Estaba claro que yo querëa acariciarlo, pero tenia terror a que el quisiera hacer lo mismo conmigo, y hacerme incluso otras cosas mucho peores que acariciarme, cosas que yo no acababa de concretar bien. Por otra parte mi terror quizás solo era una defensa inconsciente frente a mis auténticos deseos.
No dormi bien aquella noche. Al dëa siguiente fui dispuesto a todo, mire hacia la cama y estaba vacëa. Me desespere, quizás el ya no me volviera a dar una nueva oportunidad. Aproveche su ausencia para explorar sus cosas. Libros de economëa, una fotografëa en la que estaba él, con una hermosa joven de su raza y un niïo y una niïa. Todos tenëan ropas de verano y sonreëan, él miraba directamente a la maquina, su rostro era hermoso y su mirada intensa, parecëa mas joven que ahora. Me acerque a la cama desecha, pase la mano sobre la sabana donde habëa descansado su cuerpo desnudo, acerque mi cara para sentir su olor. Sentë como mi pené sé erecionaba rápidamente. Definitivamente tenia que hacer algo, lo necesitaba intensamente. Durante los dos dëas siguientes no durmiñ allë. Pensé que quizás se habëa ido definitivamente, sin embargo me tranquilice al ver que sus cosas todavëa estaban allë.
Cuando abri la puerta de su habitaciñn el tercer dëa note inmediatamente que él estaba allë, mi erecciñn comenzñ inmediatamente. Vacié la papelera, él estaba desnudo, la cara hacia la pared. Comence a barrer la habitaciñn mirándolo de vez en cuando, me decidë a acercarme a su cama el como la otra vez giro lentamente su cuerpo, sus ojos estaban cerrados, mire como su sexo se erguia lentamente. Deje de barrer y me quede quieto mirando hipnotizado su pené erecto y brillante, acerque lentamente una mano hacia él, entonces mire su cara y para mi horror vi que tenia los ojos abiertos y que me miraba con la intensa mirada de la fotografëa, mientras iniciaba una sonrisa. Mi mano se paralizo, hice un movimiento intentando huir rápidamente, pero el sujeto mi muïeca con su mano de hierro, intente soltarme, pero fue inþtil, me arrastro encima del, me retorcë con todas mis fuerzas intentando escapar, pero no podëa hacer nada, su otra mano cubriñ mi boca haciendo imposible que gritase. Durante un rato intente zafarme de su abrazo, pero era inþtil y poco a poco me fui quedando quieto. Entonces empecé a notar su cuerpo aprisionando el mëo, él me tenia cogido por detrás, notaba la dureza de su sexo sobre mi culo, del que solo separaba la tela de mi pantalñn.
Permanecimos los dos quietos durante unos minutos, yo me tranquilice un poco, y pense que quizás no me harëa daïo, que tan solo querëa acariciarme. Efectivamente al poco, soltñ mi muïeca y apretñ mi cuerpo junto al suyo y con su mano libre, comenzñ a tocar todo mi cuerpo por encima de mi ropa. Su forma de tocarme era intensa y buscaba medir y valorar todas mis formas.
Luego me desabrocho los pantalones y me los bajo hasta las rodillas, hizo lo mismo con los calzoncillos, esta vez yo colabore levantando un poco mi cuerpo. Me volvë a apretar junto al, ahora ya si notaba directamente su piel sobre la mëa, entonces me relaje del todo y me abandone a su abrazo. Después de unos minutos en esta posiciñn, él aflojo lentamente la mano que cerraba mi boca, de forma que ahora tan solo rozaba mis labios. Desabrocho mi camisa, in entonces comenzñ a acariciar las partes de mi cuerpo desnudo. Sus dedos ahora se movëan muy suaves sobre mi cuerpo, se habëa apartado un poco y su sexo apenas rozaba mis nalgas desnudas.
Pensé que él me necesitaba, que echaba de menos a aquélla hermosa joven de la fotografëa, y que en su imaginaciñn yo era ella, me sentë halagado de que le gustase acariciar mi cuerpo. Ahora la punta de sus dedos acariciaban mis pezones con infinita delicadeza. Entonces me convencë que no me iba hacer daïo.
Después comenzñ a hablarme con voz grave y la vez tierna en un idioma que yo desconocëa, imagine que me decëa que le gustaba mi cuerpo, que me querëa hacer feliz, que no me preocupara de nada. Entonces note que mi pené comenzaba de nuevo a ereccionarse. Su mano grande y fuerte acariciaba mis piernas, las abri para que el pudiera acariciar la parte interior de mis muslos, sus dedos acariciaron mis testëculos y mi pene erecto, sentë no tener en su lugar el sexo que yo pensé que el estaba imaginando, el de su hermosa mujer. Yo no podrëa darle el gusto que el necesitaba. El ahora acariciaba mis nalgas e insinuaba un dedo entre ellas. Entonces me puse rëgido ¿Qué es lo que pretendëa? Eso no podëa ser, era imposible, ¿como no se daba cuenta? Entonces pareciñ aceptar la evidencia y abandono la caricia.
Ahora me volvë de frente a el y le mire directamente a los ojos, su sonrisa me tranquilizo, agradecido, bese su mejilla. El entonces bajo la mirada hacia su sexo, entendë lo que pedëa de mi, y lo cogë con mi mano, no lo podëa abarcar entero. Entonces oëmos como la encargada de limpieza me llamaba, acercándose rápidamente por el pasillo hasta la puerta de la habitaciñn. El se levanto de un salto y cerro la puerta antes de que ella pudiera sospechar que yo estaba allë dentro. Volvë a la cama y me apretñ contra el, me deje besar en los labios sin atreverme a devolverle el beso. Le dije que me tenia que ir, pues la encargada de la limpieza me estaba buscando, el acepto que me fuera con la condiciñn de que volviera por la noche a partir de las diez de la noche, después de la cena. Le prometë que asë lo harëa. Ya fuera de la habitaciñn pensé en que no deberëa ir, pues seguramente iba a intentar penetrarme, y me harëa un daïo horrible y yo no iba a poder resistir el dolor.
Toda la tarde la pase dudando sobre ir o no ir a la cita. Cuando recordaba lo que habëa pasado inmediatamente mi pene se ponëa en erecciñn. Por otra parte deseaba acariciar y besar su pené y que él me estrechara en sus brazos y me tocase. Se habëa portado muy bien conmigo y parecëa un hombre bueno, intentarëa satisfacerle evitando que él me penetrase.
Aprovechando que aquella tarde mi compaïero de habitaciñn no estaba, me estuve masturbando pero sin llegar a corredme. A pesar de que no me agradaba nada lo de la penetraciñn anal, probé con un dedo y un poco de mantequilla, al principio me molestaba, pero luego me acostumbre, me excitaba pensar me lo podëa hacer como si yo fuera una chica, y mi ano fuese un coïito lubricado, estrecho y caliente. Luego probé con dos dedos, me doliñ un poco al principio pero después me comenzñ a gustar, llegaba hasta acariciarme la prñstata, mis dedos entraban y salian con facilidad, y mi pene erecto no dejaba de producir liquido preseminal, recogë parte con un dedo y me lo lleve a los labios, nunca habëa hecho eso, me gusto el sabor, pensé que me gustarëa que el se corriese en mi boca.
Luego fui a las duchas comunitarias, querëa estar limpio, aunque aun no sabia si iria a la cita. En la ducha habëa dos chicos desnudándose, yo siempre me iba a duchar cuando pensaba que no habëa nadie, sentëa vergùenza que me viese alguien desnudo, pensé en irme, pero al final comencé a desnudarme. En el momento de quitarme el slip mire hacia ellos, me estaban mirando sonriendo y hablando entre ellos, tenëan los penes semierectos. Me puse rojo de vergùenza y camine deprisa hacia la ducha notando que también mi pené comenzaba a endurecerse. Comencé a ducharme dándoles la espalda. Me sentëa completamente vulnerable y eso me excitaba, mi pené ya estaba completamente erecto, volvë la cabeza por encima del hombro ellos seguëan mirándome mientras se masturbaban. Afortunadamente para mi entro gente en las duchas y ellos se fueron también a duchar, aproveche la ocasiñn para secarme y salir rápidamente de allë.
A las diez en punto estaba llamando a la puerta de la habitaciñn 218, con la ropa limpia y recién peinado. Nervioso como una adolescente en su primera cita. Él me recibiñ con una sonrisa tranquilizadora, envuelto su cuerpo desnudo en una bata de baïo blanca. Mientras el cerraba el pestillo de la puerta yo me quede en mitad de la habitaciñn sin saber que hacer. El se situñ detrás de më, y mientras sus labios besaban mi cuello, comenzñ a desabrocharme el pantalñn. Yo entonces estaba completamente entregado, pero paralizado. Me quito a la vez los pantalones y el slip, mi pené salto libre y erecto, levante los pies para que retirara la ropa. Me desabrocho la camisa y comenzñ a acariciarme los pezones. Me hubiera caëdo si su cuerpo no sujetase por detrás, debëa de haberse abierto la bata pues note su pené desnudo sobre mi espalda, el era bastante mas alto que yo y también mas fuerte. Seguëa mordisqueando mi cuello, su lengua acariciaba mis orejas. Insinuñ su pené entre mis muslos, y yo enseguida abri las piernas para acogerle entre ellas, intente acariciarlo con la cara interior de mis muslos.
Entonces me dio la vuelta frente a el, cogiñ mi mano y rodeo con ella su inmenso pené erecto. Inclino sonriendo su cara sobre la mia, y fui yo el que acerco mis labios a los suyos, entonces me abrazo contra él y me beso, penetrándome con su lengua. Cuando sacio su sed de mi boca se retiro para mirarme fijamente a los ojos, yo me ruborice y volvë a besarle, introduciendo delicadamente mi lengua entre sus labios y dejando que el me la chupase. Luego me llevo hacia una silla, donde hizo que me sentase encima de su regazo, de espaldas y con su pené entre mis piernas. Su enorme miembro sobresalëa entre mis muslos llegando su glande a la altura del mëo, mi pené que es bastante grande parecëa pequeïo a su lado. Una de sus grandes manos rodeo juntos nuestros dos miembros, mientras la otra acariciaba todo mi cuerpo desnudo.
Otra vez comenzñ a hablarme dulcemente en aquella extraïa lengua. Nunca en mi vida me habëa sentido tan feliz como ahora envuelto en sus brazos y caricias. Sabia que él echaba de menos a su hermosa mujer, y yo deseaba sustituirla lo mejor posible. En su larga letanëa de amor, a veces intercalaba palabras en ingles que yo podëa entender, my dear, my sweet boy,...Asë me di cuenta que el me desaba a mi, a mi por mi mismo, como un chico, que mi cuerpo era el que levantaba toda su inmensa pasiñn, me sentë muy halagado y feliz, y volvë mi cabeza para besar apasionadamente sus labios.
Me sentë querido y deseado y decidë entregarme completamente a el y que hiciera conmigo lo que quisiera. Su cálida mano masturbaba simultáneamente nuestros dos penes, por sus puntas se desbordaba nuestro liquido preseminal. El recogiñ con uno de sus dedos un poco de nuestra miel de amor y lubrico con el mis labios, metiñ el dedo en mi boca y yo lo chupe con avidez. Me hizo poner en pie, con una mano cogiñ mis testëculos , y la otra acaricio mi culo, el dedo lubricado por mi saliva busco la entrada de mi cuerpo. A pesar de que yo estaba dispuesto, su dedo grande me lleno como si fuera un pené, gemë de placer y dolor, y el ahogo mis gemidos con sus beso.
Ahora de frente la punta de nuestros sexos también se besaban y al igual que nuestras lenguas intercambiaban saliva, ellos intercambiaban nuestros fluidos de amor. Su dedo me hacia el amor, y no pude aguantar mas y todo mi semen saliñ a borbotones cubriendo de blanca nieve la punta inmensa de su miembro de caoba. Entonces saco el dedo, y coloco la punta blanca sobre mi dilatado agujero. Intento penetrarme, yo aterrado intente zafarme de su brazo, pero el no me dejo escapar, puso como la primera vez una mano sobre mi boca para sofocar mis gritos, y comenzñ a penetrarme. Yo me sentë morir, el daïo que me hacia era horrible, las lagrimas brotaban de mis ojos, y comencé a llorar. Finalmente note que estaba completamente dentro de mi.
Yo no podëa soportar el dolor, intente apartarme, clave mis uïas en su piel, intente morderle. Pero el no aflojaba su abrazo mortal. Me rendë, e intente relajarme, poco a poco el dolor se fue haciendo mas soportable, respire con fuerza, mi corazñn latëa a cien, y notaba también el latido de su corazñn a traves del pené que me traspasaba. A continuaciñn comenzñ a moverse dentro de mi, poco apoco el dolor fue desapareciendo, comencé asentir placer, un placer que nunca habëa sentido. Me sentëa pleno, maravillosamente lleno de vida. La transformaciñn habëa sido completa, me sentë un hombre nuevo, feliz y purificado de todo mal. No podëa creer lo que estaba pasando, el entraba y salëa dentro de mi. ÿMe estaba haciendo el amor!, ÿme estaba follando!, y yo lo aceptaba y me abrëa para él. Me sentëa feliz y querëa que aquello no terminase nunca.
El noto el cambio que se habëa operado en mi, y comenzñ de nuevo a susurrarme palabras de al oëdo, palabras que yo no entendëa, pero que imaginaba de amor. Me entregue de nuevo a el, mi cuerpo iba al encuentro del suyo, en la comuniñn de las sucesivas entradas y salidas. Mi pené se habëa vuelto a poner erecto, y él acariciaba suavemente mis testëculos. Sucesivas olas de placer recorrëan mi cuerpo, una sensaciñn nueva de plenitud me llenaba, ahora lloraba de felicidad. Nunca pensé que algo tan sencillo podëa ser tan hermoso. Mi ano ya no era mi ano, sino el altar del amor, un lugar para dar y recibir placer. Le pedë que me diera con mas fuerza, y él me monto con mas violencia, volvë mi cara para ofrecerle agradecido mi boca, mientras hundëa su lengua en ella, mi pené lanzo sus exilir de amor, sin ser tocado, solo impulsado por las embestidas de mi amante. Recogiñ parte de mi semen con su mano, y me lo ofrecio, para que yo pudiera saborearlo. Las contracciones de mi ano provocaron su orgasmo. Note como aumentaban el tamaïo de su miembro, y todas y cada una de las contracciones que llenaron mi cuerpo con su caliente y abundante semen.
Después de esto, sin sacármela, me levanto en el aire y me llevo sobre la cama, donde quedamos ambos exhaustos y felices. Asë estuvimos unos minutos inmñviles hasta que nuestra respiraciñn se regularizo. Gracias, es lo þnico que pude articular, besando su mejilla, la cabeza me ardëa, seguramente tenia fiebre, me sentëa como drogado. Querëa que aquello no acabara nunca. Note que su sexo volvëa a alcanzar su máximo esplendor, el mëo también se puso erecto. Se moviñ dentro de mi, y note como su abundante semen lubricaba mi dolorido pero feliz nido de amor. Me giro sobre mi mismo, y me tomo de frente. Ahora yo podëa ver su cara y acariciar con mis manos su pecho. Esta segunda vez me follo durante casi media hora y con solo pequeïos descansos. Al final nos corrimos juntos mirándonos a los ojos, y yo sentë que el me amaba tanto como yo a el.
Tres horas mas tarde salë de la habitaciñn 218, estaba muy cansado pero también muy contento. Era un hombre nuevo, habëa descubierto un paraëso de felicidad de una forma casual e inesperada, y estaba dispuesto a volver a el siempre que pudiese.
Asë lo hice las noches siguientes, él me habëa dejado una llave de su habitaciñn y yo le esperaba ya desnudo bajo las sabanas. Él compro para mi una crema lubricante, y aunque al principio siempre me dolëa un poco, no me importaba pues sabia que pronto llegaba el inmenso placer de ser poseëdo. Aquellos dëas hicimos todo lo que el amor nos pedëa, caricias y besos con las manos, con los labios, con la lengua, con los penes, penetraciones dulces y penetraciones violentas. Escenificaciones de violentas violaciones, y tambien de dulces seducciones.
Cada dëa inventábamos algo nuevo para mantener vivo el fuego de nuestra pasiñn. Me hizo vestir ropa interior femenina, y me hizo pasar por su novia, su esposa, su hermana, su hija y hasta su madre. Apenas hablábamos solo lo imprescindible, el no sabia nada de mi vida pasada, ni yo de la suya. No hacia falta, nosotros estábamos creando un nuevo mundo.
Una noche llego una hora tarde, cuando yo ya me habëa levantado de la cama y me iba a vestir para marcharme. Llego con un amigo, los dos parecëan algo bebidos y reëan. Intente vestirme rápidamente, pero él me sujeto mientras riendo comentaba algo sobre de mi, a su amigo. Yo no entendia nada pues le hablaban en su extraïo idioma. Yo estaba muy enfadado con él, por haber profanado nuestro amor, dejando que su amigo conociera nuestro secreto y, permitiendo incluso que me viera desnudo. Su amigo era un gigante, bastante mayor que él, y con una cara un tanto brutal.
Sin embargo aquel monstruo me sonreëa, acariciándose su enorme pené a través del pantalñn. Me explico que era un tëo suyo, que trabajaba en los muelles de Londres, que habëa dejado a su familia en su paës, y que no hacia otra cosa que trabajar para ahorrar dinero y poder mas adelante alquilar una casa y traerse a toda su familia. Me dijo también que estaba muy solo y que llevaba mas de un aïo sin estar con ninguna mujer. ¿Me estaba insinuando que me ofrecëa a aquel bruto? Intente de nuevo irme. Me lo impidiñ de nuevo, me dijo que me tranquilizase, que habëa hablado a su tëo de lo feliz que era conmigo y que solo querëa presentarme. Me dijo que le diera un beso en la mejilla a su tëo, que ese era el saludo familiar, que no me preocupase por estar desnudo, que en su tierra casi siempre estaban desnudos y que a nadie le preocupaba. Mire hacia su tëo, habëa dejado de tocarse el pene aunque se notaba claramente su erecciñn debajo del pantalñn, también habëa dejado de sonreër y su cara expresaba una enorme tristeza y una profunda pena.
Me dirigë lentamente hacia él, al principio mirándole directamente a los ojos, su mirada comëa mi cuerpo desnudo, note el movimiento involuntario de su pené y baje la mirada hacia el suelo. Me pare junto a el, mucho mas alto que yo, me sacaba casi la cabeza, subë las brazos hacia su cuello y poniéndome de puntillas, roce con mi mejilla la suya, su barba de tres dëas me pico, pero note su piel caliente, frente a la mëa frëa, mientras cambiaba hacia la otra mejilla, note una de sus grandes y rudas manazas rozando el final de mi espalda y el principio de mis nalgas. También sentë como mi pené se erguëa rápidamente. Pensé que mi amante se podrëa poner celoso si veëa mi excitaciñn, volvë mi cabeza para mirarle. Su sonrisa asintiendo, y la desconsuelo de aquel gigante me animo hacer algo inconcebible, con una mano acaricie su pené a través del pantalñn, con la otra comencé a desnudarlo, mientras mis labios buscaron los suyos. Él acariciaba mi cuerpo con suavidad como si temiese romperlo. Saque su pené monstruoso, lo sujete con todo el brazo mientras mis dedos sopesaban sus enormes testëculos. Mordisquee con cuidado sus pezones erectos. Finalmente me puse de rodillas para adorar aquel magnifico miembro, del cual manaba la espesa miel de la masculinidad. Solo pude lamer un poco, pues enseguida note una potente contracciñn, y una ráfaga de liquido denso y caliente cubriñ mi cara, rápidamente me levante para recibir las cálidas descargas sobre mi excitado pené, el cual a su vez soltñ su miel de pasiñn.
Entonces un golpe terrible me tiro por el suelo. Mi amante nos gritaba muy enfadado a su tëo y a mi. Su tio se fue lo mas deprisa que pudo. Me tiro boca abajo sobre la cama. Sujetándome violentamente por el pené y los testëculos, levanto mi culo hacia su boca, me lamiñ la raja y me metiñ la lengua, a continuaciñn y sin mas lubricaciñn me penetro de un solo golpe interminable, me hacia daïo en los testëculos, y el culo me dolëa. Pero me sentëa feliz, por el hecho de que se hubiera puesto tan celoso. Eso mostraba la intensidad de su amor. Se corriñ en mi dos veces seguidas, como una bestia en celo. Después se quedo como muerto. Yo le hablaba y el no me respondëa. Le pedë perdñn, lo acaricie, le cubrë de besos y él comenzñ a llorar como un niïo.
Fue cuando me di cuenta, que el no solo estaba celoso de su tëo, sino también de më. Quizás a el le hubiera gustado estar en mi lugar. Pensé que quizás le haria feliz si yo le penetraba. Me arriesgaba a que me matara de un golpe. Aprovechando que estaba boca abajo, acaricie sus nalgas fuertes y hermosas. Luego pase toda mi mano por su hþmeda raja, comenzñ a gemir, me anime a besar su rosado orificio. Sus gemidos aumentaron cuando mi lengua le penetro, lo cubrë de lubricante, le hice acostumbrarse a mis dedos, note como movëa la pelvis buscando la penetraciñn, también note su tremenda erecciñn. Era el momento de la verdad, mi pené es grande, aunque no tanto como el suyo, sabia que le iba a doler, pero también sabia, que luego iba a entrar en un paraëso, que calmarëa toda su pena, y le llenarëa de felicidad. Le penetre lentamente, haciendo descansos, para que él tuviera tiempo de acomodarme. Unos minutos después, ambos nos movëamos juntos y la maquina del amor funcionaba a la perfecciñn. Profundamente agradecido, me ofreciñ sus labios. Recordé lo que yo habëa sentido la primera vez, y le folle con fuerza. Él lloraba de alegrëa cuando comencé a llenarle con mi semen, y el descargo su masculina miel por tercera vez aquella tarde. Un nuevo ser habëa descubierto el otro hemisferio de la sexualidad masculina.
Al dëa siguiente salimos por primera vez juntos a la calle. El no querëa volver a ver a su tëo. Sin embargo su tëo parecëa que si querëa verme a mi, mi di cuenta que nos seguëa....
Si te ha gustado escribeme alfredo247@hotmail.com
After a Drunkenness Night, Part 1Yesterday I drank too much and today I have a monumental surge and, as is usual in these situations I have a brutal desire of sex--to eat and to be eaten.I imagine myself nude, in the arms of one attractive, strong and loving man. He caress me in a very sweet manner, he look into my eyes and smile. I blush and lower my eyes. He is clothed and I
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(Adult Youth, College, First Time, Interracial) Part of this story happened to me some years ago. I had written this story in Spanish, and a generous friend had done this very good translation. From here I give the thanks to him. For a time, a few years ago, I lived in London, in an attempt to learn English. I lived in a boarding house with a bunch of other foreign students: Irish,
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Mi marido se ha ido y a dejado el ordenador encendido, cuando me dispongo a apagarlo, me pregunta si enviñ un e-mail pendiente. Lo miro y es una historia erñtica titulada The boy and the family old friend, no puedo creer lo que estoy leyendo, trata como un hombre casado seduce al un adolescente hijo de unos amigos del matrimonio. Estoy roja de rabia, cñlera y vergùenza, la leo tres veces
My husband has left and he had left the computer on. When I prepared to turn off it, it asked me if I want to send a pending e-mail. I look at it and it is an erotic history titled: “The boy and the family old friend”. I cannot believe what I am reading; it tells of a married man seducing the adolescent son of some friends of the marriage. I am red of rage, cholera and shame. I read it three
La casa estaba frëa, encendimos la chimenea, media hora después estamos los dos en el sofá, Javier abriñ una botella de wisqui, me anime a beber un poco, luego preparo un porro, otra media hora mas tarde me sentëa un poco mareado y con friñ. Trajo una manta para cubrirnos, yo apoye mi cabeza sobre su pecho. Un sopor muy agradable me fue cubriendo. Javier acariciaba lentamente mis cabellos.
Anoche bebë demasiado alcohol y hoy tengo una resaca monumental. Y como me suele ocurrir en estas situaciones tengo un brutal deseo de sexo. Comer y ser comido. Tocar y ser tocado. Me imagino desnudo, en brazos de un hombre fuerte atractivo y cariïoso. Me acaricia dulcemente y me sonrie, yo aparto la mirada ruborizado. El esta vestido y yo completamente desnudo, sentado sobre sus
CANTICLENaked he lies Across my thighs.Strong arms close him round. Soft cheek restUpon my breast.As my handSoft, silky skin adore. Love too does caress,The young smooth chest. Stretched long legsI part, and spread.To him who ready rears, I whisper in his ears,”My handsome boy,My sweet, sweet love”.I see surrender, Without no condition,But trust in love
A good friend, Sanuk, has made a very good version of the a old story with the same title. W... was the youngest of the adults among my parents friends in that mountain town where my family spent their vacations. I see my self at young men in an old picture, on the terrace by the pool. It was a dance on a Saturdays afternoon. Both, predators and prey are there. But which is predator and
I was when I discovered, the paradise of freedom ofthe booths of the sex shop, maybe one of the last places of freedom that our civilization allows us.Forcing my fears away, I entered one of the cubicles. I put some currency in the groove and a new and wonderful world appeared before my eyes--a hand of a man caressing the soft back of a young girl, some lips kissing a neck.
Yo era un profesor amigo de tus padres, estábamos en las vacaciones de verano, mi familia habëa viajado a casa de mis suegros, y yo me habëa quedado una semana resolviendo algunos asuntos pendientes, tus padres me pidieron que si podëa prepararte un poco en matemáticas pues al aïo siguiente comenzarëas tus estudios Universitarios. Habëamos concertado la primera cita un dia por la maïana, té
Vacaciones de verano. Ahora es W, un chico de la pandilla de los mayores, en el pueblo de la montaïa donde pasábamos la familia las vacaciones de verano. Veo una antigua fotografëa, en la terraza de la piscina, el baile de los sábados por la tarde. Estamos los dos, predador y presa. Hay mas gente todos parecen espectadores, todos saben, esperan , desean que ocurra eso, sin embargo ni nosotros
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