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Hambrientos de Sexo

by Alohabis


Era una tarde soleada iluminando aquella ciudad; una pareja ingresaba a un gimnasio dirigiéndose cada quien a su respectivo vestidor para asë ella irse a nadar y el estar en el cuarto de aparatos. Era una pareja joven quienes tenëan poco de haberse graduado; toda la semana habëan estado entregando su currëculo a empresas ubicadas en aquella ciudad, asë que decidieron ejercitarse para sacar la tensiñn pues ya tenëan 3 meses sin conseguir empleo ya que por la situaciñn econñmica del paës no habëa muchas ofertas de trabajo.

Ella termino de nadar y el aun seguëa en el cuarto de aparatos; asë que se dirigiñ al cuarto donde se daba clase de aerñbicos, ambos les gustaba ejercitar su cuerpo. Ella era una rubia de ojos azules y no necesitaba maquillar su rostro de rostro pues tenia una piel rosada, el era de piel morena y ojos verdes tenëa largas pestaïas y cejas gruesas; sus cuerpos estaban acostumbrados al ejercicio desde que estaban en la preparatoria. Aunque no lo crean, ella era obesa en ese tiempo pero cuando se hizo novia de el; lo acompaïaba al gimnasio sin que el se lo hubiese pedido, al principio era por temor a perderlo pues el era atractivo para las mujeres aun cuando en ese tiempo su cuerpo no fuera atlético. De hecho, era la envidia de sus compaïeras de preparatoria por tenerlo a el como pareja.

Mas tarde, ella estaba platicando con la recepcionista del gimnasio mientras el se secaba su cuerpo después de haberse baïado en las regaderas donde los demás observaban su cuerpo pero sin hacerle platica; ella comentaba que aun no conseguëan trabajo y sus padres la presionaban mucho pues segþn ellos ya habëan cumplido al darle educaciñn. La recepcionista le mostrñ unos anuncios donde solicitaban modelos para desfile de modas sobre lencerëa y ropa para playa asë como sesiones fotográficas de ropa interior para caballero; ella se lo recomendñ pues ya habëa participado en ello asë como el novio de ella.

Mientras iban camino a la casa de ella en el coche de el; ella le enseïaba los anuncios pero el se molesto ya que no le agradaba que ella se exhibiera ante los demás, ella le argumentaba lo desesperada que se sentëa por no colocarse en algþn empleo; pero el la motivaba diciéndole que pronto conseguirëan. Su plática continuo hasta que llegaron a la casa de ella; se bajaron del auto dejando los anuncios en donde ella estaba sentada para luego dirigirse a la entrada de la casa cuando su madre los recibiñ invitándolos a cenar.

Unas horas después, el apagaba el auto ya colocado en su lugar correspondiente del estacionamiento del condominio donde vivëa; vio los anuncios y se imagino a su novia y el participando en esos eventos. Esa idea lo excito tanto que su bulto creciñ en aquel pants gris, miro a los lados y se dio cuenta que el estacionamiento estaba solo; asë que metiñ su mano en su trusa para acariciarse sus genitales pero en eso entro un auto asë que mejor se salio para ingresar a su casa. Su madre lo esperaba dormida en el sofá; el dejo los anuncios en la mesa del comedor junto con sus llaves y se dirigiñ hacia ella para darle un beso en la mejilla, como no despertñ la cargo hasta llevarla a su recamara cubriéndola con la sabana de la cama. Luego se dirigiñ a su cuarto acostándose en su cama sin quitarse la ropa.

Al dëa siguiente, como era sábado su madre acostumbraba asear el apartamento; pues durante la semana le era complicado ya que trabajaba. Al tomar las llaves que estaban en el comedor, vio los anuncios y los leyñ; su corazñn se acelero asë que se dirigiñ a la recamara de su hijo quien aun estaba dormido. - Alfredo, me puedes explicar esto!- grito ella lográndolo despertar- Acaso mis esfuerzos por darte una educaciñn se iran al traste para dedicarte al modelaje?- exclamo aventándole los anuncios en la cara de el quien ya estaba sentado en su cama- Como es posible! Ya imagino las burlas de mis amistades al saber esto! - Tranquilëzate, madre- dijo el con voz suave y abrazándola- No te angusties son unos simples anuncios que habëa en el gimnasio; los baje del auto pues Leticia olvido tomarlos cuando la deje en su casa, la recepcionista del gimnasio se los dio pues sabia que aun no conseguëamos empleo- explico mirándola a los ojos lo cual a ella le tranquilizo pues sabia que le decëa la verdad.

Ella salio de su cuarto para continuar con el aseo y Alfredo tomaba los anuncios para romperlos pero se detuvo al ver que en la sesiñn fotográfica ofrecëan buena paga; asë que tomo el teléfono y se encerrñ en su cuarto para llamar. Una voz masculina le explicaba en que consistëa el trabajo y su necesidad de encontrar a alguien pues ya tenia que entregar las fotos a sus clientes en la prñxima semana; le confirmo que le pagarëa muy bien aun cuando fuese su primera vez que lo hiciera, después de meditarlo unos segundos acepto y se citaron para la tarde de ese mismo dëa. Alfredo dejo el teléfono inalámbrico en su base cuando sonñ el teléfono siendo Leticia, quien le llamaba para invitarlo a una comida organizada por unos tëos suyos; el rechazo la invitaciñn argumentando que pasarëa todo el dëa con su madre quien al oër eso le arrebato el teléfono. - Estoy muy molesta contigo, Leticia- dijo su madre y el hacia seïas de que no le comentara de los anuncios - Por que seïora?- dijo Leticia mientras veëa en su armario que ropa ponerse para el evento - Ya tiene tiempo que no vienes aquë, tu casa; sabes que eres bienvenida siempre. - Lo se, seïora; pero termino cansada después de andar visitando empresas. - No te presiones, hija; pronto encontraran un trabajo digno y decente no como esos que les ofrecieron en el gimnasio- dijo y el rostro de Alfredo se puso colorado. Leticia se quedo callada pues no sabia que decir- Estas aun ahë? - Si, mil disculpas por haber visto los anuncios pero los acepte ya que en mi casa hay muchos gastos aquë en mi casa; asë que ese dinero nos ayudarëa. - Esas situaciones no son para siempre; además tienes educaciñn y con ello conseguirás un buen empleo, no es necesario que exhiban su cuerpo aun cuando sean atractivos- dijo y le entrego el teléfono a su hijo para continuar con sus actividades de higiene. - Como vio los anuncios?- pregunto Leticia al oër la voz de Alberto - No te preocupes; ya se lo explique hace rato pero creo que también querëa darte un sermñn a ti. Diviértete en con tus tëos, me saludas a tus primos; te llamo mas tarde para pasar por ti a la casa de ellos. - Esta bien; espero tu llamada.

Unas horas después; Alfredo y su madre comëan comentando ella como le habëa ido en el trabajo; el la escuchaba atentamente. - Por que no fuiste con Leticia?- pregunto su madre recogiendo los platos de la mesa pues ya habëan terminado de comer - No nos vemos mucho; asë que este fin de semana quiero pasarlo contigo- dijo el abrazándola y dándole un beso en la mejilla - Gracias, hijo mëo; pero hoy iré de compras con mis amigas. Asë que te aburrirás mucho pues estaremos viendo la ropa de la nueva temporada en las tiendas; bien sabes como somos las mujeres en esos menesteres.

Alfredo no insistiñ pues tenia la cita con el fotñgrafo; asë que le dio otro beso en las mejillas y le mintiñ al comentarle que irëa con un amigo quien ya habëa conseguido empleo para luego pasar por ella y sus amigas al centro comercial pero ella prefiriñ que fuese por Leticia.

Mas tarde, Alfredo tocaba el timbre donde estaba el estudio de aquel fotñgrafo; siendo recibido por su asistente quien era mas joven que el. Lo hizo pasar; aquel lugar lleno de lámparas; muebles y ropa dispersos asë como de fotos colgadas en las paredes las cuales observaba cuando hace su apariciñn el fotñgrafo saliendo del cuarto donde revelaba sus fotos y el asistente se lo presenta. - Pensé que habëas desistido en venir- dijo el fotñgrafo admirando a Alfredo quien lucia unos jeans y una playera - Es que fui a dejar a mi madre y sus amigas en el centro comercial; pero solo llegue quince minutos atrasado- dijo Alfredo mostrando su reloj - No estoy molesto con ello ya que estoy acostumbrado a los modelos quienes jamás llegan a tiempo a sus citas. - Yo aun no lo soy; solo acepte por que aun no consigo empleo y quiero recompensar a mi madre quien se esforzñ por darme la educaciñn. - Que estudiaste?- dijo el fotñgrafo sentándose en un sofá y con la mano invitándolo a sentarse a el. Su asistente puso una bandeja con unas tazas y una jarra llena de te sobre la mesa cercana al sofá; sirviéndoles aquel liquido en las tazas para entregárselas a cada uno. - Soy Licenciado en Informática; me gradué en Mayo de este aïo- dijo agradeciendo al asistente por su atenciñn - Pues esa carrera es muy solicitada asë que no tardaras en conseguir un buen empleo; te lo aseguro- dijo el fotñgrafo poniendo su mano sobre la pierna de Alfredo - Muy rico el te- dijo después de beber un poco de el. - Como no llegabas; pedë a mi asistente que lo preparara pues siempre lo acostumbro después de estar en el cuarto oscuro- dijo seïalándoselo

Conversaron unos minutos mas mostrándole todo el lugar donde a demás de ser su estudio fotográfico era su hogar; Alfredo se sentëa mas relajado como resultado de aquel brebaje el cual seguëa saboreando, el fotñgrafo le enseïaba la ropa que se usarëa para la sesiñn la cual eran bñxer y algunos trajes de baïo. El asistente tomo las tazas de ellos mientras se dirigëan donde estaban las lámparas; el fotñgrafo tomo su cámara y como tendrëa Alfredo que quitarse su ropa para ponerse aquella le pidiñ que lo hiciera en ante el para que le perdiera temor a la cámara. Aunque Alfredo se sentëa tranquilo acepto hacerlo; asë que se encendieron las lámparas y comenzñ a quitarse la ropa iniciando por la playera hasta quedar en trusa; el asistente puso mþsica de fondo y aquel bailaba mientras la cámara lo captaba. El fotñgrafo estaba muy satisfecho pues Alfredo tenia un buen cuerpo cubierto de vellos; pidiñ al asistente que le maquillara el cuerpo para iniciar con la sesiñn fotográfica, asë que este le aplicaba el maquillaje en la espalda y pecho mientras el otro saboreaba de su te. Alfredo se puso nervioso al sentir aquellas manos como dispersaban aquella sustancia algo frëa por su cuerpo; el asistente le quito la trusa para no ensuciarla y le coloco mas en las piernas, cuando sintiñ el roce de aquellos dedos por sus testëculos expuestos su pene se endureciñ creciendo hasta unos 23 centëmetros como si fuera la nariz de Pinocho. El fotñgrafo al ver aquello dejo de beber su te para tomar su cámara y captar aquella imagen; Alfredo se cubriñ los genitales para tomar su ropa la cual se la arrebato el asistente para darle un bñxer poniéndoselo pero era tal su erecciñn que su pene salio por una de las piernas de aquella prenda. El fotñgrafo se acerco y le comento que era normal que le sucediera eso pues era un modelo novato; pero que no le podrëa tomar la foto estando tan excitado asë que le dio un masaje por los hombros para relajarlo el cual disfrutaba Alfredo mientras el asistente le acomodaba el bñxer el cual era del estilo trunk sin abertura al frente.

Después de tomarle las fotos con todas las prendas; le entrego el dinero a Alfredo quien salëa de la regadera para quitarse aquel maquillaje, se amarro la toalla a la cintura y comenzñ a contar los billetes. - Es mucho mas de lo que me dijo- comento Alfredo - Te lo mereces; creo que te equivocaste de profesiñn, serian un gran modelo- dijo el fotñgrafo - Muchas gracias! - Que vas a hacer mas al rato? - Ir por mi novia a casa de sus tëos; por que? - Me gustarëa tomarte unas fotos más; por las cuales te darëa más dinero…mucho más. - Con que ropa? Pues ya me puso todos los boxeas y trajes de baïo. - Es sin ropa; pero se cubrirëa tu cuerpo con chocolate lëquido, miel y crema chantilly, es un pedido especial de un cliente. Tþ comprendes? - Eso es pornografëa!- dijo Alfredo tomando su ropa. - No lo es; déjame te muestro algunos trabajos, es arte nada de erotismo- dijo el fotñgrafo tomando una carpeta. Alfredo miraba aquellos cuerpos desnudos usados como lienzos. - Solo serán unas cuantas fotos y sin que se vea mi rostro- dijo aceptando la propuesta

Entonces el asistente trajo los frascos los cuales contenëan esas sustancias; primero le puso el chocolate en las piernas y trasero para luego colocárselo en los genitales, la erecciñn se produjo de nuevo al ser frotado su pene por aquellas manos con aquel liquido pero el asistente siguiñ con su trabajo y la miel fue vertida en su espalda y pecho. El fotñgrafo habëa encendido su cámara de video, filmando todo sin que se diera cuenta Alfredo; el asistente le embarro la crema chantilly en la cara como si lo fuera a rasurar. Alfredo lucia como un Santo Clos joven con esa barba hecha de aquella sustancia blanca; su abdomen y pecho brillaban por la miel y parecëa como si trajera un pantalñn de piel ajustado con aquel chocolate, tenëa curiosidad en mirarse asë que se puso enfrente de un espejo agradándole como se veëa.

El fotñgrafo apago la cámara de video y se puso a tomarle fotos en diferentes poses; Alfredo ya estaba mucho mas desinhibido asë que se acariciaba su cuerpo con sus manos hasta llego hacerlo en sus genitales lo cual excito al fotñgrafo y al asistente estaba tan perplejo que no se dio cuenta cuando la mþsica dejo de tocarse en aquel stereo. El fotñgrafo motivaba más con sus palabras a Alfredo quien mezclaba las sustancias en su cuerpo; de hecho de su pene salëan gotas de su lëquido preseminal, aquel estaba completamente excitado pues era su primera vez que se masturbaba delante de alguien; el asistente puso mþsica de nuevo y esta era provocativa.

El fotñgrafo tomo su cámara de video y Alfredo le coqueteaba; el asistente no pudo contenerse mas y se arrodillo ante el chupando aquel pene erguido embadurnado de chocolate, miel y crema chantilly, no le importo ensuciar su camisa blanca con esas sustancias por saborear aquello que tenia sus venas exaltadas. Alfredo dejo que lo hiciera pues le agradaba que le hicieran el sexo oral pero esta vez era mucho más excitante que cuando sucedëa con la boca de Leticia; hasta puso sus manos en aquella cabeza para meter más su pene hasta llegar a aquella garganta hambrienta. El fotñgrafo puso la cámara de video en un triple para quitarse su ropa quedando en bñxer con abertura al frente de donde salëa su pene el cual estará mas duro que una cacha de policëa; reviso que el enfoque de la imagen para luego bajarle el pantalñn a su asistente y penetrarlo. El asistente era filmado mientras era penetrado por aquellos quienes se miraban mutuamente disfrutando como fornicaban su cuerpo; luego cambiaron de lugar y el asistente grito cuando sintiñ dentro de el aquel pene de Alfredo el cual era más largo y grueso que el del fotñgrafo al cual estaba su ano acostumbrado. El asistente no pudo contenerse mas y su pene saco todo su semen cayendo en el piso mientras seguëan penetrándolo pues querëan seguir disfrutando de su cuerpo; el fotñgrafo dejo de hacerlo para colocarse detrás de Alfredo frotando sus genitales en aquel trasero, acariciando su pechos firmes y besando su cuello cubierto aun de crema chantilly y miel. La excitaciñn fue tal para Alfredo que su semen se derramo dentro del ano aquel y el asistente movëa su trasero intensamente para que se humedecieran las paredes de aquella cavidad. El asistente cayo al suelo mientras el fotñgrafo seguëa frotando su pene entre las nalgas de Alfredo quien apretaba su trasero para no ser penetrado; el asistente se coloco entre las piernas de aquellos y pasaba su lengua por entre sus testëculos y sus anos provocándoles gritar de placer, el pene de Alfredo se volviñ a endurecer de nuevo siendo acariciado por las manos del fotñgrafo quien le exigëa ser penetrado.

Ya en la cama el fotñgrafo estaba boca a bajo y Alfredo se colocaba encima de el mientras el asistente captaba la escena con la cámara de video; lentamente fue introduciendo su pene en aquel ano el cual era mas estrecho que el del otro, imaginándose que asë se sentirëa la vagina de Leticia la cual solamente habëa besado e introducido su lengua. Todo ello lo animo de tal manera moviendo su pelvis para adentrase mas en aquello; el fotñgrafo gritaba de placer y le pedëa que lo metiera todo ya de una vez, lo cual hizo desgarrando un grito de dolor y placer a la vez. Se colocaron de lado para recibir las embestidas de Alfredo; el asistente puso la cámara en el triple y se puso en la cama para colocarse el pene del fotñgrafo en su boca y succionarla intensamente.

Las embestidas de Alfredo eran tan intensas que llegaban hasta la boca del asistente; el fotñgrafo metëa unos dedos en el ano de este, los tres cuerpos estaban muy juntos siguiendo el ritmo como si lo hubieran ensayado antes. Fue saliendo el semen de ellos, primero el fotñgrafo, después el asistente y por ultimo Alfredo; se quedaron quietos por unos minutos. El asistente apago la cámara de video y la guardo para que Alfredo no se diera cuenta de que habëa participado en un video porno los cuales ellos vendëan a ciertos hombres ricos de aquella ciudad; Alfredo se dio una ducha para luego vestirse, se dio cuenta de la hora que era y se dirigiñ a la puerta para salir cuando el asistente lo detuvo. - Olvidas tu pago- dijo el mostrándole una sonrisa de satisfacciñn - Es que ya es tarde y mi novia ha de estar esperándome- dijo Alfredo nervioso mientras contaba los billetes. - Mi jefe ha disfrutado mucho de tu trabajo; por lo cual no dudo que quiera sigas viniendo, al igual que yo- dijo y le dio un beso en la boca. Alfredo se resistiñ un poco pero al sentir aquellos labios hþmedos con el semen del fotñgrafo; metiñ su lengua y lo abrazo.

Alfredo empujo al asistente hacia la pared cercana y le abriñ la camisa de un solo jalñn; le mordiñ el cuello y metiñ sus manos bajo su pantalñn, el fotñgrafo salio de la recamara al escuchar los gemidos y fue por la cámara de video. Luego le chupo las tetillas intensamente mientras se bajaban los pantalones hasta la rodilla; Alfredo lo puso contra la pared y le metiñ su pene, mientras el fotñgrafo filmaba. - Eres un goloso! Quieres mi verga solo para ti, verdad?- dijo Alfredo quien seguëa con sus embestidas - Asë es; me gustaste desde que llegaste, no sabes como deseaba que me lo hicieras de esta manera- dijo el asistente entre sus gemidos - Me di cuenta cuando con tus manos esparcëan esas substancias sobre mi cuerpo.

Alfredo grito fuertemente al sentir como su pene explotaba cayendo su semen en los pantalones del asistente. El fotñgrafo la cámara de video y les aplaudiñ; el asistente limpio el pene de Alfredo con su lengua y le ayudo a acomodarse la ropa. - Insisto, te equivocaste de profesiñn! Eres un excelente semental!- exclamo el fotñgrafo quien seguëa aun desnudo - No se si volveré; aun estoy confundido por todo lo sucedido, casi violo a su asistente- dijo Alfredo siendo besado por el asistente. - Cuando quieras serás bienvenido, muchacho; ya sabes que la paga es buena y se recompensa por el buen desempeïo- dijo sonriéndole - No me imagino dedicándome al modelaje. - Dejemos que mis clientes vean tu trabajo; tienes celular? - No. - Comunëcate durante la prñxima semana para informarte del grado de satisfacciñn de mis clientes. - Asë lo haré- dijo y se despidiñ de ambos con un beso en la mejilla.

Ellos se rieron al cerrarse la puerta; el asistente fue por mas te y se lo sirviñ en la taza al fotñgrafo pero este no se lo tomo. - Ya fue suficiente de esta bebida la cual es demasiado afrodisëaca; mira todo lo que hicimos solo por tomar un par de tazas, estaré en el cuarto oscuro revelando las fotos de este muchacho- dijo el fotñgrafo - Funciono su estrategia pues mato dos pájaros con un solo tiro; consiguiñ las fotos y el video- dijo el asistente dejando la taza y jarra sobre una mesa. - Trae comida para la cena pues todo esto me ha provocado mucha hambre.

Alfredo conducëa hacia la casa de los tëos de Leticia; temëa que ella se diese cuenta de lo que habëa hecho, jamás le habëa mentido. Cuando llego, ella estaba afuera esperándolo; sus tëos los invitaron a pasar. Le comenzñ a doler la cabeza a Alfredo y Leticia coloco su cabeza en su regazo dándole masaje en las sienes. - Tranquilo! Aquë estoy para mimarte- dijo ella

Pasaron los dëas; Alfredo ya no se comunico con el fotñgrafo pues tenia varias entrevistas de trabajo, lo cual le asombraba bastante. Los clientes del fotñgrafo quedaron muy satisfechos por las fotos pero mucho mas con aquel video; algunos de ellos habëan entrevistado a Alfredo y deseaban tenerlo como empleado mientras otros se conformaban con verlo en ese video, fue tal el éxito que se vendëa en las tiendas de videos pornos.

Una vez citaron a Alfredo para una entrevista a las 7 de la tarde; asë que llego una media hora antes, la recepcionista al verlo se puso nerviosa pues ya lo habëa visto en las fotos con bñxer. Tomo el teléfono y les llamo a sus compaïeras de trabajo para que fuesen a recepciñn; Alfredo veëa las fotos colgadas en la pared y leëa unos escritos enmarcados mientras ellas lo observaban, el les respondëa con una sonrisa y ellas se volteaban sonrojadas.

Llego la secretaria de quien lo atenderëa y lo condujo hacia la oficina de su jefe; donde estaban dos hombres vestidos con ropa de marca, las mangas de sus camisas estaban dobladas mostrando sus brazos. La secretaria se despidiñ de su jefe y la entrevista inicio; Alfredo se puso nervioso pues siempre lo habëa atendido una persona, después de responder a sus preguntas ellos comentaban alejados de el. - Nos interesas mucho y queremos que seas parte de nuestro equipo de trabajo- dijo uno de ellos - Muchas gracias!- dijo Alfredo sonriendo - Pero antes queremos mostrarte algo- dijo el otro bajándose el zipper de su pantalñn y sacando su pene.

Alfredo se levanto molesto y se dirigiñ a la puerta pero fue detenido por la cintura; ambos lo acariciaban pero no entendëa por que lo hacëan. - No sabes como nos ha excitado tu video- dijo uno de ellos - Mi video?- dijo Alfredo sin entender. El otro encendiñ la televisiñn y vio como fornicaba con el fotñgrafo y el asistente. - En verdad, el mundo es tan pequeïo; cuando te vimos la otra vez que viniste a dejar tu currëculo te identificamos- dijo el otro. - Eres muy popular; tus fotos y video son muy populares en el ambiente gay de esta ciudad

Alberto estaba sorprendido pues hasta ese momento se habëa dado cuenta que su fama era como actor porno mas que modelo; mientras razonaba eso su pene acariciado por aquellas bocas hambrientas, trato de zafarse pero no pudo. Una hora después salio de esa oficina dejándolos satisfechos al penetrarlos a ambos; subiñ a su auto y se dirigiñ al estudio del fotñgrafo, siendo recibido por el asistente. - Donde esta tu jefe?- dijo Alberto botando la puerta - Anda de viaje- dijo el asistente - Vendiendo mi video? - No, esta participando en unos comerciales de una empresa de bebidas; de que video hablas? - Hazte el inocente! Acabo de verlo mientras fornicaba a un par de cabrones, haciéndolo como esa vez cuando estuve aquë; donde esta? - Ya te dije que no se encuentra. En cuanto a tu video; es cierto pero se vende muy exclusivamente, asë que fue casualidad que te toparas con alguno de nuestros clientes. - Hace unos dëas le confesé a mi novia de la sesiñn de fotos; pero no se como reaccionara si llegase a ver ese video- dijo Alfredo sollozando - Vamos, cálmate; jamás lo vendemos a mujeres. - Si hubiese sabido a lo que llegarëa esto; no tengo cara para ver a mi novia y madre de frente. - No comprendo. - Cuando sucediñ lo de la otra vez, me sentë tranquilo porque jamás ellas lo sabrëan; pero ahora que existe evidencia de ello me angustia que lo descubran. - No sucederá; ya veras. - Ya paso con esos tipos; asë que puedo esperar lo peor. - Nuestros clientes son demasiado discretos; asë que no se divulgara, ya lo veras.

Pasaron unas semanas y Alfredo ya tenia trabajo en la empresa donde habëa tenido esa entrevista; cuando se topaba con ellos en los pasillos jamás le dirigëan la palabra, asë que se sentëa mas tranquilo pues temëa se divulgara lo referente a su video. Sus referencias le habëan permitido tener una buena posiciñn en la compaïëa a pesar de su poca experiencia; las mujeres lo acompaïaban en el comedor pero le era fiel a Leticia.

Un sábado quedaron de verse en casa de sus tëos; asë que toco a la puerta y le abriñ uno de los primos quien estaba solo. - Tus papas?- pregunto Alfredo entrando a la casa - Andan en las compras para la cena de hoy; toma asiento mientras voy a mi cuarto a apagar la televisiñn- dijo el primo pero Alfredo lo siguiñ al escuchar el sonido el cual le era familiar- Quédate en la sala ahora bajo. - Me interesa ver tu televisiñn. - Estoy viendo videos pornos solamente. - Te acompaïo si quieres mientras llegan los demás. - Como crees? No vaya a suceder que nos descubran.

El primo trataba de disuadirlo a entrar a su recamara; cuando se escuchan los gritos, Alberto abre la puerta y observa que su video esta puesto. - Tu secreto estará bien guardado conmigo; jamás se lo diré a mi prima- dijo aquel joven - Como lo conseguiste?- pregunto Alberto tomándolo de los brazos y mirándolo a los ojos. - Un amigo lo encontrñ en casa de su tëo y me lo copio; el no sabe que tu eres el novio de mi prima, pero me hablo maravillas de tu video el cual apenas veëa. - Te gusta estar con hombres? - Solo se que me gustas tu muchësimo- dijo el primo agachando su cabeza- Jamás necesite del video para sentir esa atracciñn hacia ti; pero como se que es lo þnico que puedo lograr contigo por eso lo conseguë. Cuantas veces has estado con hombres? - Solo 2; cuando se hizo el video y…- dijo interrumpido por el primo quien besaba su bulto.

Alfredo se bajo el pantalñn y su trusa; dejando que le succionara su pene el primo para luego penetrarlo varias veces hasta dejar su semen en aquel ano virgen. - No sabes como deseaba que sucediera esto- dijo el primo poniéndose su ropa - Ojala asë ya no sientas esa atracciñn por mi- menciono Alfredo y salio del cuarto.

Alfredo se sintiñ molesto por lo sucedido; pues ya le estaba gustando penetrar anos de hombre más que estar con Leticia, asë que abandono la casa y se fue a su apartamento. Dejo de convivir con Leticia asë que diario se iba al gimnasio; la recepcionista coloco sus fotos en bñxer y traje de baïo en toda la instalaciñn del lugar, asë que se hizo muy popular. Cuando se iba a las regaderas; siempre lo seguëan los demás para solo observarlo desnudo, eso le gustaba demasiado provocándole erecciñn en su pene asë que se movëa de manera provocativa sabiendo que eso les agradaba a sus espectadores.

Una noche, su madre no regresaba del trabajo y recibiñ una llamada diciéndole que habëa tenido un accidente automovilëstico; un microbþs se habëa estampado contra su auto. Fue al hospital y el doctor le informo que estaba en coma; estuvo con ella toda la noche, llamo a su empresa para avisar que no irëa a trabajar cuando le avisaron que su madre estaba reaccionando. Estuvo con ella todo el dëa dándole de comer; el medico que le atendëa estaba sorprendido por su recuperaciñn, pero tenia que seguir en cama por las facturas en sus piernas. Leticia fue a visitarla volviéndose a encontrar Alberto y ella después de varios meses; ella aun seguëa enamorada de el y no se pudo contener para abrazarlo, lo cual hizo feliz a su madre al verlos asë.

Aïos después, los tres estaban en un cuarto; su madre cargando a su nieto y los otros viendo lo feliz que era ella. Su fama por aquellas fotos y video habëa disminuido; asë que ya no hacia sexo con hombres solo con el primo de ella.


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En la zona comercial de una ciudad cosmopolita; el tráfico era un caos pues era viernes de quincena, habëa un embotellamiento que no permitëa avanzar y los rayos del sol aun presentes alteraban mas los nervios de los conductores sonando el claxon de sus autos. Desde un edificio de oficinas, un grupo de personas veëan ese espectáculo citadino; mofándose de la situaciñn. Ya viste, Jorge; como

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