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¡Jared, vaya que tío! Parte 3/3

by Federico


Después de que Papi Patrick y John salieron del dormitorio, Jared me condujo a su cuarto de baño insinuando que tan sólo quería librarse de sus botas y refrescar su sudoroso cuerpo. Mientras caminábamos al cuarto de baño pude sentir como su esperma bajaba por la cara interna de mis piernas. Cuando pasamos cerca del espejo, rápidamente di un vistazo y pude ver el balanceo de su enorme verga...

Una vez dentro del cuarto de baño, Jared cerró la puerta con lllave y me dijo que levantara mi pierna derecha sobre el borde de la tina de baño, se arrodilló detrás de mí y agarró firmemente mis nalgas con sus grandes manos sondeando mi dilatado agujero con su pulgar derecho. Él recogió un poco de su propia esperma y comenzó a frotar la cabeza de su verga con ella.

"Ay cabroncito todavía tienes ese agujero bien abierto y mi verga sigue tan dura.... tengo que darte por el culo de nuevo, sé que quieres más y te lo voy a dar".

Apenas terminó de decir eso ya estaba yo en cuatro sobre la alfombra del cuarto de baño mirando hacía al espejo detrás de la puerta. Jared se puso de cuclillas detrás de mí, tomando posición para cogerme. Sentía como su pulsante glande me expandía el recto mientras que sus manos sujetaban mis hombros firmemente tirando de mí contra su cuerpo. "¡Así es muchacho! ¡Dame ese culo! Sé de sobra que te gusta ser poseido por hombres como yo..."

Esta vez se sentía absolutamente diferente, ya me había hecho acabar en el dormitorio y el deseo de ser penetrado había mermado, me estaba lastimando un poco pero no quería decepcionarlo.

"Jared, sé gentil por favor…" "Tranquilito y tómala como todo un hombrecito! Un poco más y tienes todo mi chorizote dentro de ese culo..." "Jared... es muy gruesota... ayyyy" "¡Sé que puedes con ella! Ya casi tengo mis bolas contra tu trasero". "Ay, ahhh, ahhhhh..."

Tan sólo me quedaba concentrarme en la imagen que veía en el espejo, su fornido cuerpo haciéndome suyo. El dolor desapareció una vez que mi esfinter finalmente se reajustó para aceptar tan descomunal intruso.

"¡Qué rico se siente ahora.... házme tuyo!" "¡Muy pocos pueden aguantar mi verga como tú, gózala!".

Jared comenzó a pellizcar mis tetillas mientras me empalaba con su palpitante miembro viril. Sacó su verga y la volvió a meter muy lentamente. Una vez dentro, movía sus caderas de lado a lado haciéndome gemir de placer. Se sentó sobre el piso manteníendo sus piernas dobladas y las plantas de sus botas soportadas sobre el piso. Su espalda estaba apoyada contra el gabinete del cuarto de baño. Me hizo agachar tomando su majestuoso falo hasta el final, quedando mis bolas sobre las de él, era bastante excitante ver nuestros cuerpos reflejados en el espejo en tal posición. Jared movía sus piernas hacia fuera y hacia adentro haciendo que mis piernas siguieran las suyas con sus movimientos. Mordisqueba los lóbulos de mis orejas y me lamía el cuello con su caliente lengua, frotaba ligeramente mi pene o toqueteaba mis bolas con sus dedos y pellizcaba mis tetillas con los dedos de la otra mano.

Después de un largo rato, me hizo levantar. Me di vuelta y al quererme agachar notó el abundante líquido preseminal que manaba de mi verga. "¡Ven muchacho ponla en mi boca que quiero lamer ese néctar de juventud!". Jared se tragó mi verga hasta sentir sus labios sobre mis bolas mientras que me daba palmadas por el culo. Metió su pulgar derecho haciendo movimientos giratorios que masajeaban mi próstata. Él desabrochó la correa de cuero alrededor de sus bolas y se quitó el anillo que mantenía su verga tan dura. "¡Sabía que te gustaría este tratamiento especial! ¡Ahora agáchate y toma mi verga!"

Nos mirábamos fijamente mientras que mi pene se frotaba contra su velludo abdomen. Apretaba mis nalgas firmemente y me guíaba hacia arriba y hacia abajo sobre su grueso miembro viril. A ratos me besaba y succionaba muy fuertemente, su lengua exploraba cada rincón de mi boca. Su respiración se volvía cada vez más y más pesada, sabía que de un momento a otro derramaría su espesa esperma dentro de mí. La fricción contra mi pene se sentía maravillosa y yo estaba también a punto de eyacular.

"¡Oh sí, que culo tan rico tienes! Toma toda mi verga, eso es, ya voy a acabar… ¡Aaaahhh!" "¡Lléname el culo con tu leche caliente! Voy a acabar también.... aahh" "¡Puedo sentir las contracciones de tu esfínter! ¡Derrama tu dulce crema sobre mi vientre!".

Sus gruñidos de placer fueron muy excitantes para mí y fue una gran alegría poder acabar simultáneamente. Jared untó sus dedos con mi esperma y la saboreó antes de darme otro beso profundo. Poco a poco noté cómo al fin la enorme presión dentro de mi culo se iba haciendo cada vez menor.

"¡Ay muchacho! ¡Qué buena cogida hemos tenido! Si yo fuera tu papi no pasaría ninguna noche sin darte por ese culo" "En realidad John es así. Nunca me da una noche de descanso, tengo que satisfacerle a como dé lugar..." "¿De verdad? Cuéntame más…" "Durante la primera semana que estuvimos juntos me enseñó cómo complacer las necesidades de un hombre dominante como él... haciendo de su pene el centro de mi universo" "¿Y qué sucedió? ¿Por qué te está compartiendo con otros hombres?" "Todavía no lo comprendo bien. Me hizo prometerle que sería un hijo obediente, que nunca lo contradijera e hiciera todo lo que me pidiera, pero nunca pensé que me empujaría hasta estos límites" "Apuesto a que mi hermano fue el primero, ¿no?" "Efectivamente, a pesar de las miradas lascivas que constantemente me daban los amigos de John no sospeché nada hasta que regresamos del cine..." "¿Qué ocurrió?" "John me pidió que fuera a nuestra habitación donde tu hermano ya me esperaba y que lo complaciera en todo lo que me pidiera... ya viste en la videocinta lo que ocurrió." "¿Pero eso no fue todo... qué más sucedió?" "Esa noche los dos se turnaron para cogerme repetidas veces, pero lo más desconcertante ocurrió al día siguiente cuando los amigos de John regresaron al apartamento. Para demostrarles mi obediencia, me hizo chuparle la verga delante de ellos hasta que acabó en mi boca... eso los puso como locos" "Continúa... " "John le dijo a tu hermano que me cogiera en frente del grupo de hombres. Uno por uno fueron quedando completamente desnudos, me manosearon el culo e invariablemente tuve que mamar sus vergas hasta que terminaban en mi boca, más de una vez casi que me ahogo con sus torrentes de semen... para rematar John organizó un juego de poker donde el ganador pasaría la noche conmigo" "¿Y cuándo fue que te afeitaron el culo?" "Al día siguiente cuando me llevaron al sótano de la casona de unos de sus amigos ricachones, para lo que ellos llamaron mi iniciación oficial en su cofradía. De algún modo deben haberme drogado pues solamente podía pensar en chupar vergas y ardía en deseo de ser cogido por el culo... Todo fue muy ceremonial, la afeitada fue apenas uno de tantos pasos. Perdí la noción del tiempo, tan sólo sé que todos me cogieron repetidas veces..." "Vaya qué historia... ¿Disfrutaste tener sexo con todos esos hombres?" "Bueno, siendo realmente honesto me haces sentir como un puto con esa pregunta.... John tiene muy buen gusto para elegir a sus amigos, todos eran bien parecidos y estar con ellos no fue precisamente una tortura" "Démosle gracias a John por esa apertura, de no ser por eso no estaríamos juntos ahora…"

Después de esta corta charla en tan absurda posición me dispuse a ponerme de pie, cuando la verga de Jared salió de mi culo un chorro de esperma cayó sobre su abdomen. Jared se levantó y se sentó en el borde de la bañera, quería que le ayudara a librarse de sus botas de vaquero y me pidió que masajeara sus pies. Mientras lo hacía yo miraba fijamente sus enormes testículos colgando muy bajo… me resultaban realmente fascinantes.

Entramos juntos a la cabina de la ducha. Mis ojos estaban bien abiertos observando con placer cómo el velludo cuerpo de Jared se iba humedeciendo. Frotó sus manos por todo mi cuerpo y yo hice lo mismo con su cuerpo musculoso. No perdí la oportunidad de enjabonarle la verga, fue un poco difícil limpiar la esperma pegada entre sus vellos púbicos pero disfruté cada segundo.

Una vez que terminamos, salimos de la ducha y envolvimos unas toallas blancas alrededor de nuestras cinturas, apenas eran lo suficientemente grandes para taparnos el culo. Él decidió recortar los pelos de su barbilla… no había ninguna necesidad de ello pero realmente disfruté verlo haciendo eso frente al espejo. "¡Vamos! Es hora de visitar la habitación de mi hermano".

Papi Patrick y John todavía estaban en el cuarto de baño. No podía evitar mi curiosidad de ver qué ocurría allí dentro y me arrodillé para espiar a través del agujero de la cerradura. "Federico, no hagas eso que si mi hermano te pilla..."

Demasiado tarde, en ese mismo instante Papi Patrick abrió la puerta y mi cara quedó a nivel de su bulto cubierto con una toalla como la nuestra. Mientras que hizo un gesto obsceno toqueteando su verga, él dijo con tono enojado: "¿No podía esperarse para ver mi verga de nuevo, eh?". Él asió mi cabeza y forzó mi cara contra su paquete. "No señor, no es lo que parece…". Mi voz fue totalmente inenteligible. "¡No puedo ni quiero escuchar nada cabroncito de mierda, cállese y véngase conmigo!"

Papi Patrick se sentó en el borde de la cama. "Acérquese". Fui hacia él, medio nervioso y medio excitado. De un tirón me quitó la toalla y me dijo que me posara de barriga sobre su regazo. Su toalla cayó al piso y pude sentir sus muslos velludos debajo de mi ingle. A pesar de mis nervios no podía evitar que mi verga se endureciera al frotarse contra su piel. "Esto te lastimará pero es por tu propio bien".

Cuando enfocó toda su atención sobre mi culo pude notar que él también tenía una erección. Colocó su mano izquierda sobre mi espalda para mantenerme inmóbil mientras que con la otra me manosaeaba el culo. Mis nalgas se tensaron momentos antes de recibir la primera palmada. Nuestras vergas estaban duras y forzadas en contacto íntimo, fue difícil poder controlarme para no acabar sobre sus piernas. El contacto con su cuerpo me excitó sobremanera. Jared estaba de pie delante de mi cara y yo podía ver cómo jugaba con su verga disfrutando de la escena. John finalmente salió del cuarto de baño.

"¿Qué es lo que pasa aquí Patrick??" "Pues ya ves, dándole una nueva lección a tu muchacho que nunca quiere terminar de aprender" "¿Por qué lo dices?¿Nunca te falta una excusa para ponerle tus manos encima?" "Lo pillé espiándonos a través del agujero de la cerradura..." "¡Gran cosota! Tú pusiste una cámara de vídeo en nuestro dormitorio. Éso fue mucho peor que lo que él hizo" "Supongo que tienes razón pero recuerda que ésta es mi casa" "¿Ya terminaste? Prometo que él va a hacer todo lo que se le pida" "¿Escuchaste muchacho? Prepárate para chupar de a bueno y llevar verga por esa culo".

Papi Patrick no me azotó más después de la intervención de John pero sus dedos seguían recorriendo mi grieta de arriba a abajo, después de acabar su última frase empujó su pulgar derecho.

"¡Oh sí muchacho! Este dulce agujero está abierto de par en par y dispuesto. Ya vas a ver la buena cogida que te vamos a dar entre todos" "¿Hey, hermano y qué hay de John?" "No te preocupes Jared que su agujero quedó inmaculado. Federico sabe a lo que me refiero, he, he, he".

Papi Patrick finalmente me soltó y pude levantarme tratando de cubrir mi erección.

"¡Mira eso John! ¡Tu muchacho esta cachudo… de tal padre tal hijo!" "¿Qué quieres decir hermano?" "John pretende ser muy dominante pero cerca de hombres de verdad como nosotros…" "No me hagas pasar verguenza delante de mi muchacho, Patrick" "Pero si yo tan solo digo la verdad, confiesa que te gusta que te agarren el culo y tomar vergas por ese capullito rosado tan lindo que tienes..." "¡Suficiente Patrick! " "¡Yo decido cuando es suficiente! Apenas puedo esperar ver la expresión de tus ojos mientras que Jared te dé una buena cogida".

John y Jared se libraron de sus toallas y nos metimos todos en la enorme cama de Papi Patrick. Formamos un gran cuadrado con nuestros cuerpos. John le chupaba la verga a Jared, quien a su vez me la chupaba como un becerro y yo le mamaba la verga a Papi Patrick. Para completar el cuadrado él se la chupaba a John. Después de un largo rato de probar nuestras jugosas vergas cambiamos de posición e invertimos el mencionado orden. La verga de Jared estaba henchida a plenitud. Yo solamente jugueteaba con la cabezota de su verga y lamía sus enormes bolas.

Papi Patrick dejó de mamarme para abrir la gaveta de la mesita de noche que le quedaba cerca. De ella tomó tres correas de cuero para atarlas alredor de nuestros genitales. Él ya tenía puesto un anillo de acero para su verga.

"¡Hey muchachos! Llegó la hora de usar estas correítas en sus partes privadas. Esta noche yo sólo quiero ver vergas bien duras" "¡Hey, Patrick! Pero Federico no tiene necesidad de eso ¿Por qué has sacado una para él?" "John, pienso que encontré una manera de enseñarle a una lección agridulce. ¡De rodillas muchacho y presénteme ese culo! Separe las piernas y ponga su cabeza contra el colchón. Quiero ver esas bolitas colgando".

La correa que Papi Patrick había reservado para mí se veía diferente que las otras dos. Apuntó su endemoniada lengua contra mi culo y me hizo gemir de placer mientras sentía los pelos de su bigote en forma de herradura contra mis nalgas. Él abrió su boca caliente y tomó mis bolas dentro de ella. El calor y la tracción hicieron que colgaran más bajo de lo normal. Entonces abrochó la correa alrededor de ellas y me sorprendió cuando puso en su lugar la correa adicional que hacía la diferencia: dicha correa separó mis bolas la una de la otra. No era doloroso pero me dio una sensación muy incómoda.

"¿Qué carajo es eso?? ¡Me lastima!!! " "¡Tenga cuidado con la manera en que me habla jovencito! Todo lo que usted tiene que hacer es mantener sus piernas bien separadas" "Pero… " "¡Nada de peros y cállese! Las únicas cosas que le son permitidas decir son: ¡Sí señor! ¡Sí por favor! y ¡Muchas gracias señor!. Hasta que decidamos otra cosa, usaremos tu culo para nuestro placer y el tuyo propio. ¿Entendido?" "Sí señor…" "¡John, ponte de rodillas frente a tu muchacho!" "Bien Federico, ahora tome la verga de tu papito hasta las bolas..." "Sí señor".

Papi Patrick me lamió el culo hasta ponerme al borde de la locura. Jared yacía a un lado frotándose su verga mientras que nos observaba.

"¡Epa hermano! ¿Tienes ganas de comer culo también?" "¡Claro! Hasta hace poco estaba tan cachondo que sólo podía pensar en coger, pero hacer eso también me gusta mucho" "¡John, ponte aquí al lado de tu muchacho!".

John estaba en cuatro al lado mío y comenzamos a besarnos. Jared le dio una palmada y separó sus nalgas para tener acceso a su agujero. "¡Hey hermano, tenías absolutamente la razón! La rosada florecilla de John es muy seductora. Le meteré mi lengua hasta que ruegue cogérmelo con mi grueso falo...".

Jared y Papi Patrick se turnaron para darnos sendos besos negros. Era difícil decir quién lo hacía mejor. Sus lenguas calientes sondeando mi agujero y la sensación de sus pelos faciales haciendome cosquillas eran las únicas cosas que podían distraerme del tormento al que estaban sometidas mis bolas. Papi Patrick tuvo razón después de todo, yo nunca había escuchado a John gemir como lo hacía ahora mientras le comían el culo. Su cuerpo entero temblaba de placer.

"¡Hey, John! Por qué no nos muestras cómo te coges a Federico" "¡No tan pronto hermanito... yo voy a ser el primero en usar ese culo" "Acuéstate de espaldas mijo, haz lo que Patrick te diga. Después Ies muestro que como yo no te coge nadie" "¡Sí!? De veras vas a tener que recordarle quien es su papi pues yo con mi enorme verga hice una autopista de cuatro carriles de lo que antes era una carreterita rural he, he, he"

Papi Patrick asió un tarro negro de la misma gaveta de donde había sacados las correas. Era una espesa jalea lubricante, primero me la aplicó usando sus pulgares y lo que sobró se lo aplicó sobre su verga. "¡Ponga sus piernas en mis hombros y goce del paseo que le voy a dar!". Su verga entró muy fácilmente y comenzó a cogerme con movimientos muy controlados. John estaba en cuatro sobre mi cabeza metiendo su verga a fondo dentro de mi boca mientras que él a su vez lamía las bolas y la verga de Jared. Papi Patrick y Jared tomaron turnos para lamerle el culo a John.

Jared le dijo a John que asumiera la misma posición que yo tenía cuando Papi Patrick ató mis bolas, teniendo así completo acceso a su culo. Tomó una porción abundante del mismo lubricante usado en mí y comenzó a sondearle el culo con sus dedos: uno, dos, tres… un pulgar, los dos pulgares… Papi Patrick agarró mis tobillos y separó mis piernas a más no poder, cogiéndome esta vez muy vigorosamente. Cada vez que estaba a punto de acabar bajaba su cuerpo besándome muy profundamente manteniendo sus penetrantes ojos oscuros muy abiertos. Era como si además de poseer mi cuerpo quisiera poseer también mi alma.

"¿Le gusta mucho mi verga? ¡Lo puedo ver claramente en sus ojos! " "Sí señor" "Qué culo tan caliente tienes… si fuera mi muchacho derramaría mi simiente cada vez que pudiera y hacérsela tragar" "Gracias, señor" "¿Gracias, señor? Debió decir: ¡Sí, por favor! No se preocupe que estoy bromeando de todos modos tengo leche de sobra para llenarte por cualquiera de los dos lados" "Hermanito eI culo de John está en su punto, listo para la acción" "¡Que bueno Jared! Antes de que probemos su culo vamos a ver si es verdad que sabe coger como un hombre de verdad." "¡De rodillas Federico! ¡Póngase en cuatro aquí y tú John ponte detrás de tu muchacho y muéstranos cómo es que te lo cojes!"

La verga de John entró muy fácilmente, me agarró por mis hombros firmemente y comenzó a cogerme con frenesí. Jared se colocaba delante de nosotros para que le chupáramos su jugoso pene. Papi Patrick se colocaba detrás de John pellizcando sus tetillas. "¡Así es, cógete muy bien ese culo!". Cuando John estuvo a punto de acabar, le dijo que no se moviera. "!Éste es el momento perfecto… te voy a meter mi verga y así estaremos todos en sincronía como una perfecta máquina de coito homosexual. ¡No te preocupes Jared! Apenas lo estoy preparando para recibir tu enorme verga"

Después un rato de coger en tándem, Papi Patrick le pidió a John que se pusiera en cuatro a un lado de mí. Mientras que nos cogía alternadamente nosotros chupábamos la verga de Jared, a veces uno a la vez, o en equipo como lo hicimos en la sala de estar pocas horas antes.

"¡Gracias por chupármela tan bien, se siente del carajo pero lo que realmente necesito es meter mi verga dentro de un hombre" "¡Ese es mi hermano! Comienza con Federico, que aún no termino con John…" "¡Perfecto! Nunca podré tener suficiente de este culito...".

Jared lubricó su verga y la empujó una vez más dentro de mí. No pude evitar gemir por el enorme placer… su miembro viril se sintió mejor que nunca.

"Siento decir esto John pero después de escuchar ese gemido, está claro que la verga de Jared realmente satisface las necesidades de tu muchacho" "John ya es hora de que pruebe tu maduro culito... espero que lo tomes como todo un hombre igual que Federico"

Jared se colocó detrás de John y comenzó a empujar su enorme cabezota.

"¡Santa madre santa de Dios!! Me vas a partir el culo… para… aay, aahhh!" " Tómatelo con calma, no te muevas y relájate… nada me detendrá hasta que hayas tomado mi verga por completo… sé un hombre por el amor de Dios!" "¡Oh Jared! ¡Por favor, ten piedad de mi! Tu verga es demasiado gruesa… aaahh" "¡Cállate y aguanta! Federico ponte delante de él y métele tu verga en su boca como mordaza, no soporto un hombre lloriqueando así…"

Papi Patrick al fin soltó la correa que atormentaba mis bolas. Mi sangre volvió a circular con normalidad hacia mi escroto dándome una sensación maravillosa… Se puso detrás de mí y empujó su verga dentro de mi culo mientras yo veía como Jared metía su falo muy profundamente dentro de John.

Durante la próxima hora nuestros cuerpos fueron utilizados para satisfacer la interminable lujuria de ese par de hermanos. Nos cogieron en todas las posiciones imaginables, haciéndonos gemir como perras. Jared y Papi Patrick se turnaron incontables veces, a veces dejaban que John me cogiera de nuevo mientras que él a su vez era cogido por alguno de ellos. Jared me hizo lamerle el culo varias veces al igual que sus bolas peludas. Papi Patrick solamente pedía que jugara con sus huevos. Mi culo fue usado y abusado por los tres pero solamente Jared me condujo al borde de la locura. Se tomaba su tiempo para hacerme disfrutar de su grueso miembro viril a plenitud, en cambio cuando se cogía a John, lo hacía con furia como si quisiera castigarlo por algo.

Cuando finalmente comenzaron a liberar sus chorros de semen, pensé que el final estaba cerca pero me equivoqué, deben haber tomado alguna clase de estimulante sexual pues en pocos minutos recuperaban sus erecciones. John y Jared preferían acabar en mi culo mientras que a Papi Patrick le daba más morbo acabar en mi boca. Descarga tras descarga pude notar como la consistencia de cada eyaculación se volvía más acuosa…

Mi verga obtenía de vez en cuando algo de atención, ellos sabían que el secreto para mantenerme cachondo y siempre dispuesto a ofrecer mi culo, era no hacerme acabar. Mis gemidos eran el combustible para despertar en ellos el interminable deseo de cogerme una y otra vez. Solamente hacia el final fue que Jared trabajó mi pene hasta hacerme acabar en su boca.

Ya era bastante tarde cuando todos nos derrumbamos agotados sobre la cama. Nos quedamos dormidos muy pronto, un par de horas más tarde Jared me despertó y me llevó a su cama. Me tomó entre sus fuertes brazos y nos volvimos a quedar dormidos profundamente. La mañana siguiente nos levantamos muy tarde. Mi cuerpo se sentía como si hubiera tenido una sesión muy intensa en el gimnasio, mi culo estaba adolorido pero con una gran sensación, definitivamente me habían dado la cogida de mi vida.

Todos tomamos una ducha rápida y comimos el desayuno-almuerzo que Papi Patrick preparó para nosotros. Después de una corta charla rememorando lo ocurrido durante la noche, nos dirigimos al centro de San Antonio para visitar The Loop, el famoso Álamo y una torre muy alta desde donde se podra ver la ciudad entera.

Pasamos momentos muy agradables pero las cosas buenas llegan a su fin. Jared tuvo que volver a casa con su pareja. Nuestro último abrazo es una de mis memorias más atesoradas; él era un hombre muy especial. No sólo por la generosa dotación que la naturaleza le concedió sino por la manera en que me hizo sentir. Papi Patrick nos dijo adiós con sus ojos cuajados en lágrimas, fue una sorpresa verlo tan emocional. Él prometió que nos visitaría tan pronto como pudiera y le pidió a Jared permanecer en contacto.

Salimos de regreso hacia nuestra casa en Louisiana pero primero haríamos de nuevo escala en Houston. Temía que esta vez no nos quedaríamos en un hotel sino donde Peter. John no habló mucho durante el camino y sabía que algo le venía dando vueltas en su cabeza, lo que normalmente significaba que yo saldría jodido... literalmente.

FIN DE JARED

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I Dream of Daddy

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